¿Eres un comprador compulsivo? Así puedes saberlo

Hay una gran diferencia entre comprar ocasionalmente o en ciertos momentos especiales y ser un comprador compulsivo, de tal manera que se vuelva un problema para las finanzas personales. 

En la actualidad, la publicidad nos bombardea en todos lados, ya no solo son los comerciales de televisión, sino que está presente incluso cuando navegamos por internet o abrimos nuestras redes sociales. 

Además, ir de compras está directamente asociado con nuestras emociones, porque adquirir nuevos bienes nos brinda placer; sin embargo, en ciertas ocasiones esto puede volverse un problema.

¿Cuándo estar alerta?

Adquirir cosas de forma compulsiva ha llegado a considerarse una adicción, equivalente a otro tipo de adicciones como la ludopatía o el alcoholismo. 

A este trastorno se le conoce como oniomanía y hay algunas señales antes las que se debe estar alerta:

• Comprar cosas que no son necesarias. Aunque a todos nos ha llegado a pasar alguna vez que adquirimos algo que en realidad no necesitábamos, los compradores compulsivos suelen hacerlo de forma constante. 
  Esto se debe a que en realidad lo que buscan es esa sensación de euforia por comprar algo, no el objeto en sí mismo, por eso es tan difícil para ellos controlar este tipo de impulsos.
  Incluso, pueden adquirir el mismo objeto varias veces, para repetir la sensación que tuvieron al comprarlo la primera vez. 

• Gastar más allá de sus posibilidades. El mayor problema es que llega un punto en que ya no pueden hacer frente a este nivel de consumo y comienzan a endeudarse. 
  Las personas con este tipo de padecimientos en la mayoría de las ocasiones no se da cuenta de que lo tiene o no lo reconoce como un problema. 
  Como ya no es un acto del todo consciente, las deudas se salen muy fácil de control y comienzan a afectar otros ámbitos, como la vida familiar o laboral. 

• Estados de ánimo fugaces. Las compras compulsivas se vuelven un ciclo en el que la persona se encuentra ansiosa o triste y para remediarlo se va de compras. 
  Una vez que ha adquirido algo llega un periodo de euforia y bienestar que termina muy rápido y da paso a la culpa o depresión, porque no se tienen los recursos para pagar o porque las deudas se siguen incrementando. 

¿Cómo hacerle frente?

En estos casos, por tratarse de un trastorno, lo mejor es recurrir a ayuda profesional. Un psicólogo o psiquiatra puede identificar los factores de fondo que están causando que la persona compre compulsivamente y brindar el tratamiento adecuado. 

La ayuda de la familia y los amigos es clave, por lo que también deben estar al tanto del diagnóstico y tratamiento, para ayudar en la medida de lo posible. 

Por último, hay que tener en cuenta que este padecimiento, como cualquier otra adicción, no debe tomarse a la ligera, ya que la salud tanto emocional como financiera está en riesgo. 

Fuentes:

Researchgate, Compulsive Buying.

NCBI, A review of compulsive buying disorder.

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